lunes, 31 de diciembre de 2012
lunes, 5 de noviembre de 2012
LAPSUS
Según recuerdo, las estimas más que las fuerzas del orden se entienden por rencillas inusuales que advierten mareas inadecuadas que pueden huir sin necesidad de posteridad o desenlace. Luego me hundo como se puede hundir uno en la arcilla o en el moho, de a bocanadas, de a sorbos indebidos que deben ser facturados con de-limitaciones algo burdas y un tanto imperfectas. Y es en tu rostro que veo algo, algo que no es ni una mar ni un neologismo Silenio. Es algo que no lo puedo transferir, algo como un oropel de meandros, de tanganicas aún en aullidos infructuosos. Pero deben gritar en demasía si hasta hoy escucho esa mar indebida, casi cautelosa en tus párpados, en toda tu hermosa tiniebla.
sábado, 27 de octubre de 2012
DESENFOCADO
Todas las tardes el mismo calor de siempre, las mismas
manos, el sabor de siempre. Tan toscos todos los objetos acicalados en medio de
tus piernas, ya nunca comprenderé lo que
está entre tus dos muslos de perra. Y me
dices a la distancia, que todo está bien,
que nada va a cambiar entre nosotros.
Pero luego claro la cruda realidad, que ya no vez, que te escondes entre
todas tu amigas de siempre, de nunca, vaya uno a saber con qué amistades te
contamina estar, ya vez, uno siempre está desenfocado.
lunes, 20 de agosto de 2012
...
Fueron tantas cosas que no podría definir qué fue lo
que nos separó. Sí su mirada perdida al
mundo de las cosas o su insolente brevedad para sus discursos tan ilusorios
como temidos juegos de alquitrán en medio de abanicos de seda por todo el diván
de aquellos días cuando éramos felices. Era un lunes gris como todos los días
de ese Junio tan opaco y esquivo. Matilda con su atuendo tan de ella venía con
una calma que no es de este mundo, abrochándose uno a uno los botones de su
tres cuartos gris, reconociendo las cosas que hubo de colocar en su bolso al
bajar del colectivo, pensando en cado uno de los sucesos pasados así cuando
reconocía el delineador por debajo de todos aquellos sobres de edulcorante las
sombras de sus ojos claros que le hacían caer en cuenta que ya no está más. Lo
del sábado aquél que no podía remediarlo más, las bofetadas que se escuchaban
en su mente una y otra vez entre la bruma que en el exterior se extendía por lo
largo de la avenida, su calidez, toda su calma. Ya la veía Antón, él tomando su
lágrima en la esquina de Irigoyen, ella decidida a dejar por sentado que no
había sido ningún romance de invierno lo que había ocurrido entre los dos. Más
tal vez que su impulso había sido el causante de todo, de todo su celo por la
rubia aquella de la esquina de Uruguay luego al salir de Paseo la Plaza.
Los sonidos de los colectivos que pasaban, el 98 que
bajaba con rumbo a San Telmo, los paseadores de perros que se alejaban con su
manada frenética, las sombras de
Congreso que se apeaban entre los conserjes de los edificios contiguos, el
sonido de la Federal que pasaba con todas sus miradas atentas a algún piquete
en curso, todos los pies presurosos a llegar a la hora adecuada, al laburo
indicado, a la hora correcta, sin más ceremonia que la de un cigarrillo que se
prende en la esquina de Irigoyen pues si es Matilda decidida a entrar en la
esquina de Irigoyen donde debería encontrar el rostro de Antón con su tenue
brisa del Plata. -el sol que comienza a salir-
viernes, 10 de febrero de 2012
ECOS
Tantos son los ecos, este laberinto consagrado. Mi mano apretando el último peldaño de esta pared inamovible. Pared de perros, de arrecifes con olor a ti, de naranjas y tules que se devastan en este tu laberinto. Sabés que son los ecos, los temores, los buitres que arremeten en épocas de estío los que me han paralizado. Sus picos llenos de lágrimas sediciosas, sus vivos ojos de Noviembre que me quieren encontrar. Pero recuerdo la noche tras el laberinto, tras los cuchillos afilados, tras aquella iluminación Avellaneda. De los mares de rostros, de los hijos de Sísifo que se quieren encontrar. Luego volteo, volteo y miro, es tu luz, si!, tu luz dentro del laberinto, dentro de este, tu laberinto consagrado.
jueves, 19 de enero de 2012
LES VOY A CONTAR EL DIA QUE ME QUISIERON ASESINAR O LA PARODIA DEL QUE Y DEL COMO
Era un bello día en el Puerto, día de
primavera entrada, cálida, petulante, con un noseque en el aire. El día
anterior hube de ir al Hueco, o sea a la Milonga de mala muerte donde toda la
onda artística de Almagro, San Telmo y Caballito se reunía. Sitio como
cualquier otro sitio para beber, enrolarse, elevarse y escuchar a músicos del
carajo con un buen Fernet con coca sentados en cualesquier parte del bar. Así
pues eran la mayoría de los días por esos años en Almagro, más abajito del
parque principal pues digamos mi puto barrio. Las noches de primavera no está
demás decir que son hermosas. Todas las mujeres predispuestas, todos los
músicos a tocar lo que sea hasta la hora que sea, y la mayoría de todo el resto
a disfrutar, enganchar y sacarse lo que más se pueda. Varios Directores de cine
por ahí, muchos escritores entre ellos un muy amigo mío entre la cola para ir a
probar el nuevo material del Sebas. Actrices, fotógrafos, músicos bue, digamos
algo que extraño y que es en extremo intenso las cadencias en las voces
argentas.
Así que después de
toda esa noche caminaba con ese rico fresco por Bulnes bajando para
Transformation. Transformation está en el Abasto cerca del centro comercial, es
un lugar para los after partys que abren a las 6 o 7 am y se vacila el patín
hasta la tarde o hasta lo quedé. Este lugar en particular de mala muerte, donde
habitan travestis y transexuales que te facilitan el ingreso y que de ellos son
los únicos en donde podrás encontrar lo que necesites. Bueno yo solo necesitaba
unos gramos de perica, pero la verdad que esa perica no es perica en la Capy lo
llaman merca o merluza cuando uno ya está entrado en la onda. Así que entré y
dejé atrás un día espléndido, para
internarme en los obscuros espacios de Transformation. Varios travestis y
transexuales teniendo sexo en los cuartos obscuros, bueno los que nunca han
estado en esos lugares ya sea por su idiota cabeza moralista de verga o porque
solo no vacilan el patín de conocer nuevos sitios estarían ya muy incómodos los
más bakanes, otros con un miedo del carajo. Yo digamos estaba en otra locación,
con otro decorado y nuevos personajes con quienes entretenerme e investigar.
Así que me compré la cerveza de turno y la verdad que no era cerveza y no
estaba en el cuarto obscuro, estaba en la barra con un combo perfecto pues full
speed con vodka esa es la manera más
racional para pasarme ese licor de los Rusos, malditos y maravillosos Rusos.
Fui a internarme y
ver qué pasa y bue pasó de todo. Compre las primeras fundas para vacilar el
patín y así de a poco ya tomaba confianza, conversaba con uno con otro, pues
alguien estaba festejando su despedida de soltero otro estaba buscando a quien
hacerle cerebro, otro estaba metiéndose la pija de otro en el baño de damas,
damas con pene y con una voluntad de mil demonios.
Así me quedé, una
funda venía otra se iba, hasta que no
quedó nadie más que el dueño y este su fiel
servidor. Empezamos a esnifar en el espejo que había en el bar, una y otra y
otra y otra y otra y otra y así sucesivamente con el full speed que se convirtió
en espacios difusos y difíciles de controlar. Me trajeron la mejor merca de
esos barrios y entraron varios personajes, uno de ellos con la pinta y la
mirada inequívoca, eran los matarifes de Transfomation -míticos personajes en
el ambiente hablo del ambiente nocturno-. Así que nos pusimos a platicar bueno,
más bien él se puso a platicar conmigo, haciéndome cerebro y ya me importó tres
carajos, pues ya me veía encerrado como ciervo para la cena. Nos fuimos a sentar
en la mesa del jefe y sacó una piedra como las que vi claramente en las villas porteñas.
Seguíamos esnifando y me entró la paranoia e iba de un lado a otro viéndoles a
todos ellos directo a los ojos.
Hicieron grupos
eran 9 personas, la matrona y los ocho manes ahí. Me metían más merca, y les
dije con el cuchillo en la mano a todos esos matones de la Capi hermosa. Que
esto lo iba a poner en mi obra, que les dejaba la obra de Oneti que tenía en el
brazo para que leyeran y me fui a la puerta en mi mente estaba con llave pero no!
estaba sin llave Srs, sin llave, y me dijeron con la mirada, pasa el cuchillo
que te pasamos tu vida. Y así fue, salí tranquilo con aquel hermoso sol de la
tarde rumbo a Palermo, con todos esos matones en mi alma. Con todas esas
fauces ahora dentro de mí, que son parte de mí ya.
-Todo el decorado en fugas-
-Todo el decorado en fugas-
miércoles, 18 de enero de 2012
DESEO
He pensado en dejar este bar, tosco, arruinado, con gerentes alcohólicos que hay que pagarles además del licor de turno su chuma y bancarlos con todas sus huevadas petulantes e insufribles. Pero aún rodeado de toda esta bruma en este hueco indecible me he puesto a pensar en el Deseo. Fuerza por lo demás exótica y combustible para toda nuestra animalidad en ciernes. Pero más allá de la esperanza de satisfacción para nuestra libido sabemos lo efímero que resulta saciar nuestra sed; sed de camarones alajillo, de veranos en las costas mediterráneas, de playas de sexo explícito en los veranos bálticos, un polvo de turno con cualesquiera que me hable de Bergson. Y allí vez un efímero instante capturado por las lentes de mis pupilas y aquellas pupilas consumadas por 12,5 megapixeles de mi D90 en posición de celo, en medio de la bruma de aquél bar de mierda, con sillas dispuestas para salones de putas de baja calaña, con tétricos personajes que hablan de rejas, solventes y grincore, con aquella mujer que no sabe quién es Bergson, con aquella otra mujer que no sabe lo que es el buen sexo.
Todo en silencio, la Medalla Milagrosa muy hermosa en claro obscuro, luego claro un poco de sexo sin conexión, con un poco de pudor por la hembra de turno, con luces amarillas en medio de sábanas desechas, algunos buenos flashes durante el desarrollo. Todo aquél hermoso juego de tiranos nos es pues el Deseo. Nada de eso es el puto deseo. El Deseo se quedó corrompido por Caravaggios digitales debajo de Groz enmudecidos, por Grecos a medio pintar en juegos de tornos, el Deseo se quedó inerte cuando salí en la noche y vos ya no estás. El Deseo se quedó en vos, en tus curvas indias, en tus suaves sábanas blancas, en tu hedor gozoso de fines de Mayo.
-El Deseo eres vos, y vos más oculta, más oculta, oculta.-
lunes, 16 de enero de 2012
GRACIA
Gracia
pensaba en el amor, un arma que destruiría con todo su dolor, con todo
sufrimiento; dándole pues su prisión adecuada para cada una de sus
preocupaciones, manías y fatigas que la vida le asestaba. Zarpazos de un enorme felino -todo lo que no
era- lo que de su corazón lo único que
creía verdadero por todo su aposteriori, por todo su extenso cuerpo de
primavera en celo.
Veía
en Lunes a máscaras mesiánicas, en Martes abovedados gritos védicos sin mayor
orquestación que la de sus propios gemidos, en Miércoles el doble naufragio de
Dario en tierras sagradas, en jueves Yaguarcocha un rio de sangre, en Viernes
Plato's Retreat en su mente una y otra vez. Los fines de semana eran de
descanso como ella mismo lo diría tiempo más tarde.
La vida, un gran basurero que seleccionar,
buscar ese hueco y armar con todo aquel ramaje de necesidades y hastíos su
bastión, su jade en medio de sus dos pechos de perra. Pero la verdad que el miedo es un poder
hermoso y ella lo sabía con toda su alma, pues sin su amor quedaría en su vacío
y como le teme al vacío a esa nada pretensiosa, siempre cruel, a esa soledad en
ciernes que nunca firmaría en la eternidad pues se hacía a un lado y proclamaba
su amor. Yo siempre la he visto vestir
de tules y la he querido sembrar pues Gracia sin su gracia no sería Gracia y
sin ser ella el vacío y su miedo al
bello espacio sin fin quedarían al descubierto, quedaría desnuda, totalmente
desnuda y, ninguna hembra se desnuda por completo.
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