sábado, 13 de febrero de 2010

DISTORCIÓN

Hoy caminé como mucho lo que he recorrido en un medio día de ida y vuelta a plaza Miserere, claro está desde Congreso. Sería oportuno decir, que no solo era la distancia aproximada que hay desde la plaza Congreso a Plaza Miserere sino que tal véz fuera más allá de Loria el tramo que recorrí. Pero mucho dista de las obscuras calles de Pueyrredón, y luego claro Jujuy, pues si eso ya es otra historia. Pues claro que la distancia entre los vagabundos mugrosos y la gente en toda su expresión, expresión digo; de hurto, venta en todo su esplendor caso, transacción. Y es seguro mucho más bancable la Rivadavia muy nacida entre digamos Riombamba y que no debería de pasar del locutorio aquél. Claro, claro,  fui allá pero nunca llegué, estoy yendo, en un ir constante en el oceáno profundo a encontrar esa molécula justa. Aquella que ya es ella y también que lo es todo, o en todo caso, también yo. Estoy en una fábula de Zenón mucho más gore, mucho más high tech. Venimos a VER al UNO que es múltilple ese fue el recorrido que está siendo, captas, aquél.

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Un Cronos desvaído al filo de nuestra cama secreta. Mira, el fin, si, es el Fin, mira. Que alivio.