Era un bello día en el Puerto, día de
primavera entrada, cálida, petulante, con un noseque en el aire. El día
anterior hube de ir al Hueco, o sea a la Milonga de mala muerte donde toda la
onda artística de Almagro, San Telmo y Caballito se reunía. Sitio como
cualquier otro sitio para beber, enrolarse, elevarse y escuchar a músicos del
carajo con un buen Fernet con coca sentados en cualesquier parte del bar. Así
pues eran la mayoría de los días por esos años en Almagro, más abajito del
parque principal pues digamos mi puto barrio. Las noches de primavera no está
demás decir que son hermosas. Todas las mujeres predispuestas, todos los
músicos a tocar lo que sea hasta la hora que sea, y la mayoría de todo el resto
a disfrutar, enganchar y sacarse lo que más se pueda. Varios Directores de cine
por ahí, muchos escritores entre ellos un muy amigo mío entre la cola para ir a
probar el nuevo material del Sebas. Actrices, fotógrafos, músicos bue, digamos
algo que extraño y que es en extremo intenso las cadencias en las voces
argentas.
Así que después de
toda esa noche caminaba con ese rico fresco por Bulnes bajando para
Transformation. Transformation está en el Abasto cerca del centro comercial, es
un lugar para los after partys que abren a las 6 o 7 am y se vacila el patín
hasta la tarde o hasta lo quedé. Este lugar en particular de mala muerte, donde
habitan travestis y transexuales que te facilitan el ingreso y que de ellos son
los únicos en donde podrás encontrar lo que necesites. Bueno yo solo necesitaba
unos gramos de perica, pero la verdad que esa perica no es perica en la Capy lo
llaman merca o merluza cuando uno ya está entrado en la onda. Así que entré y
dejé atrás un día espléndido, para
internarme en los obscuros espacios de Transformation. Varios travestis y
transexuales teniendo sexo en los cuartos obscuros, bueno los que nunca han
estado en esos lugares ya sea por su idiota cabeza moralista de verga o porque
solo no vacilan el patín de conocer nuevos sitios estarían ya muy incómodos los
más bakanes, otros con un miedo del carajo. Yo digamos estaba en otra locación,
con otro decorado y nuevos personajes con quienes entretenerme e investigar.
Así que me compré la cerveza de turno y la verdad que no era cerveza y no
estaba en el cuarto obscuro, estaba en la barra con un combo perfecto pues full
speed con vodka esa es la manera más
racional para pasarme ese licor de los Rusos, malditos y maravillosos Rusos.
Fui a internarme y
ver qué pasa y bue pasó de todo. Compre las primeras fundas para vacilar el
patín y así de a poco ya tomaba confianza, conversaba con uno con otro, pues
alguien estaba festejando su despedida de soltero otro estaba buscando a quien
hacerle cerebro, otro estaba metiéndose la pija de otro en el baño de damas,
damas con pene y con una voluntad de mil demonios.
Así me quedé, una
funda venía otra se iba, hasta que no
quedó nadie más que el dueño y este su fiel
servidor. Empezamos a esnifar en el espejo que había en el bar, una y otra y
otra y otra y otra y otra y así sucesivamente con el full speed que se convirtió
en espacios difusos y difíciles de controlar. Me trajeron la mejor merca de
esos barrios y entraron varios personajes, uno de ellos con la pinta y la
mirada inequívoca, eran los matarifes de Transfomation -míticos personajes en
el ambiente hablo del ambiente nocturno-. Así que nos pusimos a platicar bueno,
más bien él se puso a platicar conmigo, haciéndome cerebro y ya me importó tres
carajos, pues ya me veía encerrado como ciervo para la cena. Nos fuimos a sentar
en la mesa del jefe y sacó una piedra como las que vi claramente en las villas porteñas.
Seguíamos esnifando y me entró la paranoia e iba de un lado a otro viéndoles a
todos ellos directo a los ojos.
Hicieron grupos
eran 9 personas, la matrona y los ocho manes ahí. Me metían más merca, y les
dije con el cuchillo en la mano a todos esos matones de la Capi hermosa. Que
esto lo iba a poner en mi obra, que les dejaba la obra de Oneti que tenía en el
brazo para que leyeran y me fui a la puerta en mi mente estaba con llave pero no!
estaba sin llave Srs, sin llave, y me dijeron con la mirada, pasa el cuchillo
que te pasamos tu vida. Y así fue, salí tranquilo con aquel hermoso sol de la
tarde rumbo a Palermo, con todos esos matones en mi alma. Con todas esas
fauces ahora dentro de mí, que son parte de mí ya.
-Todo el decorado en fugas-
-Todo el decorado en fugas-