Me encontré tan desprovisto de ideas, y dije una, una de las tantas, miles que no dijeron nada. Aferré los ojos hacia el derredor, criaturas tomadas por alguna mágica pócima. Sus curvaturas, corvos todos aniquilados hacia una pantalla, y luego recordé que le pregunte su número, y que quería ir hacia el aparador y decirle que me diera un esfero, un chocolate también, pero me quedé observando tan horrendo espectáculo, el inicio de éste otro ciclo, de éste otro milenio. Los dedos y sus pies que moviánse erráticos, ansiosos pies no de uno ni de dos, sino de un tumulto de cuerpos, tomados, aprisionados por los beats, por los loops, y yo. Mientras la ilusión crecía, iba descartando la idea inoportuna, eligiendo inconciente lo correcto, pero me dio su número y su pensamiento de que nunca se va a casar, y recordé que es por eso que estaba parado admirando a aquella niña, jugosa quinceañera y luego el esfero
lunes, 23 de junio de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
...
Un Cronos desvaído al filo de nuestra cama secreta. Mira, el fin, si, es el Fin, mira. Que alivio.
-
Donde puse todos esos envases que quedaron regados por allí . Ya Vane me dijo siempre que las dudas cuando las hay se amontonan como latas,...
-
Era un bello día en el Puerto, día de primavera entrada, cálida, petulante, con un noseque en el aire. El día anterior hube de ir al H...
-
Las tres transformaciones según Nietzsche sobre los espíritus del conocimiento; La 1 ra transformación en camello La 2da transformación ...
-
El sabor a encierro, la mareas que desembocan en laberintos que llegan a ningún lugar; trampas, redes, radares, estamos en inevitable naufra...
-
El fin de la calleja está próxima; la densa luz, el pesado aire que se nos enfrenta, los barullos y los cuerpos que se despliegan. Sus oril...
No hay comentarios:
Publicar un comentario