lunes, 17 de noviembre de 2008

Hoy soñé que regreso a casa. Y cuando me refiero a casa es al Recreo. Bajar por el puente es lo que veo ahora que alguien me guía y me guía alguien a quien en mi vida he visto. Alguién quien me acompaña atrás de una camioneta y como en aquellos años una camioneta con cajón de madera y bajamos ya por aquella pequeña ladera de la calle El Rey y siempre me he preguntado aquel nombre de el Rey y yo que regreso, un Patricio regresando a aquel y con alguien incognosible y nada a cambiado como que aquellos se hayan detenido en el tiempo donde quizás aquel no exista, pero ya vemos y todos y cada uno de ellos ya el dolár y el Q, y aquel asesino que incendió tiempo atrás en el Coliseo recuerdan?, o sí u o no, nadie me reconocen y paso conn un extraño más a alguien a quien arrebatar quizás alguien más a quien asesinar. Me ven de pies a cabeza con aquel compunjido terror siento entrar en mí y digo soy yo Q que ya no me reconoces y logro salir. Porqué no me reconocen pregunto y ya la voz me responde, no ves, ya no te recuerdan, aquí estamos entre el viñedo y los setos donde tiempo atras se trasladaban los eucaliptos y la Loma tan densa tan amiga como siempre y yo que ya me diluyo porque que raro regresar, regresar y a casa, quizás alguien me esté llamando, que me estén extrañando, extrañan talvéz mis juegos talvéz extrañen mi ira. Pero seño y regresé talvéz algún día también regrese y le vaya a visitar a la vecina y al jovén y decirles y pedir permiso como antes para que me dejen ver mi casa con el durzno y mis canes amigos que bailan en la nada en el patio boreal....
En casa

domingo, 16 de noviembre de 2008

VANE

Donde puse todos esos envases que quedaron regados por allí . Ya Vane me dijo siempre que las dudas cuando las hay se amontonan como latas, muchas al ser tristes y pocas cuando felices lo que llevan. Y todas sin ninguna duda se bambolean por el medio de las alacenas que en la mía tan solo se las observa, en las otras nunca aparecen. Ya Vane otravéz en el cuarto tratando de apresarlas, que se le hubieran reventado en seguida aquellas manos tan suaves por ser muy rugosas sus presas y al friccionar con aquellas delicadas y arteciopeladas manos se estampan en cicatrices amortajadas. Ya las llagas y al asecho. Hay! si mi Vane, aquella Vane de Viernes de cornos y de vueltan en derredor, en medio del dormitorio aquél. Que no los toque (le dije), pero ella que tan siempre en hacer su regalada gana se va. No quiero que aquellos toscos y violentos se interpongan entre su tersura y mi violencia. Pero ya la veo y de un lado a otro por que aquellos envases que raro ahora, ya aparecen y persiguiéndolos la veo desde un principio (a la caza), y las alacenas ya talvéz se hayan diluido por el presentimiento acorralado y las latas en motel infecto . Ya talvéz sus manos arteciopeladas no sean, más cuando ya ahora mi barba y las arrugas se han posado en el animal que gime. Vane ya no las persigue con tanta animosidad y frecuencia que antes. Ya hasta se han visto amontonados y tan descuidados aquellos envases que un tiempo fueron frescos, atesorables, esperando siempre algún nuevo que depredar. Pero yo tampoco le exijo nada ya a Vane que tan solo los vemos por montón en el largo recorrido, sus vueltas interminables por los corredores que un día me vieron apresar a Vane, la Vane de apagones nocturnos dentro de escalinatas mohosas, de mordaces sonidos, cruel amor.

BUCLE

  I ¿Esta mar… las partículas que se desvanecen una y otra vez, en el mismo episodio creo que lo dejé..., pero ya ves, cambia y cambia de es...